domingo, 13 de diciembre de 2009

Última crónica del año



CAFÉ EN EL EDÉN Pedro Luis
Café Tacuba, Villahermosa, Tabasco, Teatro al aire libre del Parque, Tabasco, Sábado 14 de noviembre, 2009.
Ustedes lo saben bien, hay un tango famoso que dice veinte años no es nada, que febril la mirada; sin embargo, para resumir dos décadas de trayectoria de un grupo tan diverso como Café Tacuba en dos horas de show es una tarea casi imposible.
El parque Tabasco refugió otra vez a las almas que buscan bailar y simplemente pasar un rato poca madre. El teatro al aire libre que se encuentra en las entrañas del parque no estuvo ni al 50% por ciento de su capacidad. Cabe decir que los precios no eran muy accesibles, menos en tiempos de crisis económica, en tiempos en que no llueve café en el campo.
Así que la banda privilegiada y económicamente medio jodida, con uno que otro pudiente o con pase de cortesía estuvo un sábado de catorcena, después de varios días de lluvia. Esa noche las nubes se alejaron para traer a una que otra estrellita que no quiso perderse el toquín.
Los teloneros locales subieron a escena despuesito de las nueve. Árbol 9 inició con su repertorio instrumental, progresivo, funky – electrorockero; con bajista nuevo y encendiendo a la banda. “Guayeb” fue su última rola y Chamín, voz oficial de los árboleros dio las gracias y roló su link que si mal no recuerdo es: http://www.myspace.com/arbol9
A pesar de haber anunciado a un grupo de Mérida llamado Télesis, a la mera hora no hubo tal y llegaron los de Tabasco Son Machín o Tabasco Sound Machine – por cierto que hay un grupo en la frontera que se llama Tijuana Sound Machine – La banda que en su pasado se llamaron Raza Humana y tuvieron hasta un vocalista que es hijo del inmortal Chico Ché se han quedado con una propuesta cómoda, muy Amigos invisibles y Resorte pero con mala letra. El vocalista necesita más discurso y los temas de sus letras tienen que alejarse de la superación personal. Eso sí, al parecer tienen buen manager, pues para no aparecer en el cartel y sospechosamente robarse el lugar que por jerarquía y talento le tocaban a los que sí aparecían en el cartel oficial que era Árbol 9, pues lo hicieron “bien”.
En fin, tras doce años después de su última visita a Villahermosa, el Cafeta baja las luces para que el grito del respetable se encienda, El borrego es su primer tema, vaya manera de empezar; el slam en preferente es una ola negra que a veces se llena de colores. Siguen temas como Pinche Juan, Alarmala de tos, y el repertorio se extiende hasta llegar a la mitad para invitar al violinista, - el quinto cafeta – Alejandro Flores para embellecer, más de lo que ya eran, rolas como Las Flores y Ojalá que llueva café. Cómo te extraño se salta y baila con esa alegría que a veces trae la nostalgia. Cuando el concierto moría el respetable exigió La ingrata y los Tacubos no se hicieron del rogar.
Fue un concierto bien bailado, bien fumado –el vocalista, Rita Cantalagua, Rúben Albarran etcétera, recomienda a la raza tabasqueña sembrar sus plantitas de cannabis para no ser parte del narcotráfico –. Hay una bonita coreografía de baile multimedia, – excelentes visuales – los cuatro adelante del escenario y a la Timbiriche bailan en el super cover de la banda chilena Los Tres, Déjate caer. Las que faltaron: Cero y uno, Al medio día, Las Batallas; esta última la hubieran dedicado a José Emilio Pacheco a propósito de su reciente Premio Reina Sofía de España otorgado por la misma majestad al poeta y novelista mexicano por su importante aportación a las letras universales. La Rueda fue la última rola.
Así terminaba un concierto celebrando dos décadas de los Tacubos, con cierta sensación de que me debían algo, pero, ¿en dos horas cómo le haces para celebrar una veintena de intensa vida musical, intelectual y espiritual? Y eso que el tango dice que veinte años no es nada….

No hay comentarios: